martes, 30 de junio de 2015

Juegos preescolares


     Una de las mayores dificultades que encuentran los niños en su primer año escolar es la de coger correctamente el lápiz, algo que necesitan en todas las asignaturas, menos en Psicomotricidad, claro. Por ello, os propongo una serie de juegos con los que entretenerse en verano y que les ayudan a desarrollar la motricidad fina tan necesaria para dicha tarea.

Jugar con la arena

        Ya sabéis lo partidaria que soy de la playa, en verano y con niños es casi una parada obligatoria. Para los que la tenéis lejos, recordad que muchos parques cuentan con grandes areneros y que si lleváis una regadera y hay una fuente cerca podéis humedecer la arena y convertirla en su pequeña playa. También han sacado ya juegos de arena para hacer en casa. Manipularla es, además de divertido, un estupendo ejercicio para los peques. Coger con dos deditos los pequeños granos, dejarla discurrir entre los dedos, rastrillarla o meterla con la pala en un cubo para hacer castillos, hacer bolas con la arena húmeda, puentes y pozos… Hay infinidad de posibilidades y lo mejor es que ellos estarán encantados y vosotros satisfechos del aprendizaje que están realizando.

Plastilina, barro, pasta de sal…

        Cualquier masa, como la arena, es buena para desarrollar la habilidad motriz fina. Pueden hacer gusanos, caracoles, piruletas… hay muchas figuras sencillas con las que fortalecerán sus pequeños deditos de igual forma que masticar pan (de verdad, no del de molde) o galletas, les ayuda en el desarrollo de la mandíbula. A veces damos por sentadas cosas como el comer, el movimiento de pinza o el control de esfínteres sólo porque nosotros lo hacemos de forma automática y debemos recordarnos que todas estas actividades, un día, también tuvimos que aprenderlas. Y podemos ayudarles con las nuevas estrategias de enseñanza, divirtiéndose ellos y nosotros también si nos dejamos llevar por su imaginación, su facilidad para sorprenderse y sus sonrisas.

Hacer galletas

        La cocina, que se está poniendo tan de moda entre los peques, con un poco de seguridad es una estupenda estancia en la que desarrollar muchas habilidades, entre ellas, las necesarias para sujetar el lápiz en condiciones. La masa de galletas y la de rosquillas son estupendas y lo mejor de todo… ¡después se podrán comer sus sabrosas y saludables creaciones! Además de jugar con la masa, pueden pintar las galletas horneadas con pinceles de repostería. También tenéis rotuladores comestibles. Estos no los he usado nunca, pero pintar con pinceles puede resultar útil y muy divertido. Pueden mojarlo en chocolate de varios colores y hacer preciosos dibujos en sus galletas.

Pintar

        Esto parece obvio. Si lo que buscamos es que sujeten bien el lápiz y que aprendan a repasar líneas y a colorear dentro de un dibujo, como en todo, la práctica hace la perfección. Lo que no es tan fácil con todos los niños es conseguir llamar su atención para que se sienten y coloreen. Éste es mi caso. Mis soluciones:

La pizarra: le atrae más la atención que el papel. En casa tenemos la clásica para pintar con tizas, una de Hello Kitty en la que los rotuladores pintan con agua y también una de las de toda la vida en la que pintas y bajando una barrita se borra todo y de vuelta a empezar

Pinturas para la bañera: yo he probado las ceras y los rotuladores de Imaginarium y, sin duda, me quedo con las ceras: http://www.imaginarium.es/pinturas-para-jugar-en-la-banera-bathcoloro-crayon--58763.htm?q=pinturas &title=Pinturas para jugar en la bañera

Pinturas faciales y maquillaje: Supongo que porque el referente es su hermana mayor, lo que más le llama la atención al peque y con lo que más tiempo consigo que esté con una cera en la mano es con las de pintar la cara. Nos pone a todos perdidos, pero mira, al menos practica, está feliz y con un poco de agua se van. El maquillaje de las muñecas también le gusta y ya le va cogiendo soltura a eso de pintar las uñas con ese pequeño pincelito. Hay que probar de todo.

Rotuladores y ceras para textil: Hace unos años compré unas ceras para que los niños invitados a una fiesta hawaiana pintasen las bolsas donde más tarde se llevarían sus regalitos de la piñata. Aún las tengo. Después compré rotuladores para telas en Carrefour. Y he visto que también los tienen en Ikea. Cada vez es más fácil hacer manualidades con los peques, la verdad. Así que mi intención es comprar alguna camiseta muy baratina y dejar que las personalicen a su antojo. También lo podéis hacer con servilletas de algodón para que cada uno tenga la suya o con unas zapatillas viejas.

Los punzones

        Pensé que con aquello de que es un poco salvaje y le encanta lanzar cosas y destrozar torres lo de hacer agujeros de forma consentida le volvería loco. No di en el clavo, pero fue otro minutito que estuvo sujetando un punzón a modo de lápiz y haciendo fuerza. Yo compré un paquetito de dos (que me vino genial, uno para cada niño) en la sección de papelería del Carrefour; y son mucho menos peligrosos que los de antes porque la punta no es tan afilada. Al principio pueden hacer agujeros de forma libre y cuando ya lo tengan dominado empezar a hacerlos fuera de las figuras que les pintemos en un folio. Después, dentro. Y, por último, sobre líneas de puntos. Una forma de hacérselo más atractivo es dibujarles algo que les guste y que al hacer bien todos los agujeros se puedan quedar con él, como una careta, por ejemplo.

Las pinzas

        Nos habló de ellas la que va a ser la tutora del peque a partir de septiembre. Reconozco que jamás se me habría ocurrido, pero tiene mucho sentido. Se abren apretando los dedos índice y pulgar, los mismos que se usan para sujetar el lápiz y hace falta hacer fuerza, así que es un estupendo ejercicio. Próximo reto en mi casa, dejar que “ayude” a la hora de colgar y descolgar la ropa del tendal, pero en lugar de pasándome las pinzas del cesto, como hasta ahora, poniéndolas y quitándolas él. Sí, ya me estoy mentalizando para que sea una tarea bien larga. De momento, hoy aproveché lo que más le gusta a él, los medios de transporte e hicimos un avión simplemente poniendo pinzas de la ropa en un extremo de un rollo de papel higiénico terminado, es lo bueno de su imaginación.

Hacer collares

        Manejar bolas grandes con agujeros curiosos para que no se frustren es también un buen ejercicio. En lugar de un hilo les podéis dar un cordón de plástico de los que usábamos en el cole para, trenzándolos, hacer pulseras.

Hama Beads

        Las que yo tengo son las de Ikea, demasiado pequeñas y difíciles de manejar para sus deditos por lo que se suele rendir rápido, pero creo que si encuentro una forma de coche igual consigo que haga algo. Aún así, hay una versión más sencilla para ellos que son los mosaicos con pinchos mucho más grandes. Personalmente tenemos el de imaginarium, aunque reconozco que en casa no tiene ningún éxito.

Mr. Potato

        Al fin y al cabo, sus piezas son objetos que hay que sujetar a modo de pinza y encajar en un pequeño agujero. Es algo divertido a lo que pueden jugar solos o varios niños a la vez.

Tijeras

        A casi todos los niños les encanta recortar, pero es una habilidad difícil de adquirir y, por suerte, las tijeras sin filo les ayudan a practicar sin que supongan un peligro. Si se frustran demasiado rápido porque aún no están preparados podéis terminar el juego rasgando el papel con las manos. Imaginaros su cara de sorpresa cuando les deis permiso para hacer añicos varias hojas. En su guardería hicieron la fiesta del invierno, en la que hacían tiras papeles blancos y luego las hacían una bola y se la lanzaban como si estuviesen en la nieve. Un estupendo y divertido ejercicio. Pero hay muchas otras manualidades para las que se necesita rasgar un papel, por ejemplo, partir trocitos de papel de seda de colores y pegarlos en una cartulina dentro de un dibujo de su objeto favorito. ¿Ya sabéis cuál va a ser el mío, verdad? ¡Pues sí, un coche!

Coser

        No, no me he vuelto loca y no pretendo que niños de dos años y medio cojan agua e hilo e improvisen unas costuras. Pero hay varios juguetes que imitan esta acción. Aún conservo unas flores de plástico de cuando era niña con agujeros grandes por los que se podían pasar cordones de zapatos. Hace poco, me prestaron un cartón con el dibujo de un coche cuyas ruedas se pueden coser también con un cordón negro. Y en los bazares venden sets de agujas de lana muy gorditas de plástico con la punta totalmente redondeada con la que pueden coser telas tipo cañamazo que son fácilmente traspasables con ellas.

Pegatinas

        No hace falta gastar una fortuna. En los bazares tenéis muchos packs de pegatinas por 0.60 € de cualquier cosa que les guste a los peques, desde cars hasta princesas. Nosotros los tenemos también con formas geométricas y caritas felices. A veces se las damos como premios, les permitimos pegarlas en sus sillas y tronas. También jugamos a dibujar un círculo y llenarlos con pegatinas circulares; un cuadrado, un triángulo… Si vamos contentos al cole, una pegatina con una carita feliz en el abrigo. Ocupan muy poco, son económicas y les encantan. También hay libros con pegatinas especiales de quita y pon. Lo importante es dejarles que ellos mismos las arranquen y si no pueden, intentar separarlas un pelín del papel para facilitárselo, pero que ellos completen el trabajo. De este modo, harán el movimiento de pinza con los dedos, que es lo que queremos practicar. Y no olvidéis que cuanto más autónomos e independientes sean, mejor se sentirán y mayor será su autoestima.

 

Supongo que muchos de vosotros compartiréis la situación en la que me encuentro. El lunes tuvimos la reunión de bienvenida en el colegio del peque y nos dieron unas pautas básicas para el verano: que intentásemos retirarles el pañal, el biberón y el chupete; que les enseñásemos a vestirse solos, a ir al servicio sin ayuda y a ejercitar la habilidad motriz fina para sujetar correctamente el lápiz. Algunos daréis esto por completamente superado, pero… los que tenéis hijos que, como en mi caso, han nacido a final de año, os habréis sentido… poco más o menos que ligeramente presionados.

        La mayor empezó en el mismo cole el año pasado, es de febrero y todo lo que pedían ya lo había superado al entrar en la guardería. En cambio, el peque nació en diciembre, es decir que empieza el curso con 10 meses menos de lo que lo hizo su hermana, concretamente con 2 años y 9 meses. La diferencia es abismal. Por suerte, nunca ha utilizado chupete, el biberón lo quiso dejar muy pronto porque quería beber en vaso de mayores como su ‘nana’ (hermana) y en la guardería le han enseñado muchas cosas, no sólo conceptos, que le serán realmente útiles. En otro post os hablaré de ella porque estamos realmente encantados, especialmente con las dos profesoras que nos han tocado, unas educadoras excepcionales. La retirada del pañal diurno tampoco ha ido mal. Pero… lo de pintar digamos que no se lo hemos fomentado tanto como a su hermana por la sencilla razón de que vigilar a dos bebés que se sacan sólo 21 meses con lápices de colores es bastante complicado. Y me da, que ahora estamos pagando el pato todos. Nos cuesta que coja un lápiz, y más aún intentar que lo utilice de forma centrada. He visto los libros que va a tener que hacer el año que viene y no veo forma humana de que repase por puntos, si no es capaz de colorear no ya dentro de una forma grande, sino dentro de un folio!!!!! Habitualmente pongo 4 juntos, uno pegadito al otro, y aún así hace trazos tan amplios que acaba pintando la mesa entera, ¡bendita mesa lavable de Ikea! Por eso, decidimos ponernos las pilas y buscar tantos juegos como fuese posible que hiciese divirtiéndose y desarrollando la habilidad motriz fina necesaria para que le resulten más fáciles las tareas escolares, para las que, en su mayoría, va a necesitar coger correctamente el lápiz. Espero que la recopilación que os he propuesto os sirva también a vosotros y que os haya dado varias ideas con las que entretener a los peques este verano.

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