Ahora que llega el buen tiempo, ésta puede ser una divertida y nutritiva receta para preparar con nuestros niños. Es tan sencillo como congelar unas fresas, triturarlas con un poco de leche y cuando estén cremositas… ¡a comer!
A los niños les encanta participar
en la cocina y suelen comer mejor aquellos platos en cuya elaboración han
participado. Si además les proponemos algo tan rico como un helado, les costará
resistirse y convertiremos la hora de la merienda en un divertido juego. Es
sencillo de hacer. Pueden participar en todos los pasos. Lleva poco tiempo por
lo que no se aburrirán ni los más pequeños. Y si las fresas están maduras no
necesitaréis añadirles ni azúcar, así que no puede ser más sano:
frutas y leche.
Aquí os dejo unas fotos del paso a
paso:
1. Echar las
fresas congeladas en el recipiente para triturarlas
2.
Añadir un poco de leche
3. Triturar hasta que esté suave y
homogéneo
4. Y así queda justo antes de emplatar
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