Malahide, Dublín, abril 2010
Que llueva, que llueva,
la virgen de la cueva
Los pajaritos cantan,
las nubes se levantan
Que sí, que no,
que caiga un chaparrón
Con azúcar y turrón
Que se rompan los cristales
De la estación
Es increíble la de recuerdos que puede evocar una canción. Cada vez que pienso en ésta veo a mi abuelo materno, de pie, en el salón de su casa cantándomela. ¿Os apetece compartir con nosotros alguna canción especial de la infancia?
El.corro de la.patata comeremos ensaladas cómo.comen los señores.patatas y limones achupé.achupé sentaría me quedé...
ResponderEliminarMe recuerda al patio del.cole, donde.con.cualquier cosa eras feliz... ;-)
Me alegra que la menciones. A mis hijos de 1 y 3 años les encanta esa canción, aunque el pequeño lo que más disfruta es la parte de tirarse al suelo. Menos mal que aún lleva pañal porque si no, ya tendría el culete plano jejejejej.
ResponderEliminarLa infancia es un momento precioso en el que no hace falta absolutamente nada para ser feliz. Lo que más me gusta es que están tan llenos de inocencia como para pedir un unicornio a los Reyes Magos; la ilusión de la noche previa; y su cara de felicidad por la mañana, aunque al abrir los regalos, haya una pelota o una muñeca en lugar del unicornio que habían pedido. Si nos acordásemos más de esa etapa probablemente seríamos mejores personas