lunes, 28 de julio de 2014

Cimanes del Tejar


           

             Porque no todos tenemos la costa a mano, hoy os propongo un plan alternativo, una playa fluvial. Aprovechando el calor del verano, este fin de semana estuvimos en Cimanes del Tejar, un pueblo a poco más de media hora de León capital. Yendo desde aquí, al entrar en el pueblo, a la derecha, no demasiado visible, hay un cartel de madera con forma de flecha que indica “Playa fluvial”; al final de la cuesta, a la izquierda, encontramos otro y tan sólo unos metros más adelante llegamos a nuestro destino. Nosotros nos perdimos porque no vimos el letrero y seguimos carretera arriba hasta pasarnos el pueblo; pero en cuanto pudimos dimos la vuelta y enseguida nos encontramos con una señora muy amable que nos indicó perfectamente cómo llegar.


            Es un gran complejo con suficiente sitio para aparcar. Incluso en sábado pudimos dejar el coche a la sombra llegando a la hora de comer. A la entrada hay un bar con terraza. Y detrás una “piscina” con suelo de piedras grandes inclinado, de forma que en los extremos el agua no llega ni a los tobillos y a medida que se avanza hacia el centro cubre hasta un máximo de 1.40 m. El río entra directamente por uno de los laterales y es ahí donde el agua alcanza su punto más frío; aunque, si alguna pega tiene este precioso sitio, es precisamente lo fría que está el agua. Al margen de esto… es estupendo.


            No está nada abarrotado, hay un ambiente muy familiar y es fácil coger un sitio a la sombra bajo un árbol. También hay vestuarios con baños y duchas, por lo que goza de todos los servicios básicos para pasar un buen día.  Lo que no tenemos son mesas y bancos para almorzar en la zona del río, pero los niños estarán encantados haciendo un picnic sobre las toallas. Y para la merienda… ¡un heladito del bar! Y para cuando el sol deje de calentar, si aún tenemos fuerzas, podemos echar un partido en la cancha de fútbol o jugar un rato en el parque. Nosotros no llegamos a ver más porque se nos hacía tarde, pero también tienen una zona de merendero, instalaciones deportivas y una piscina que tampoco cubre y donde seguro el agua estará más calentita. La próxima vez iremos hacia esa zona y ya os contaremos dónde nos lo hemos pasado mejor.

            Las normas son básicas y nada estrictas. Está permitido comer en la zona de baño y también entrar en el río con chanclas y colchonetas. Es un complejo sencillo, pero estupendo para alejarse de sitios excesivamente llenos los fines de semana como Valencia de Don Juan. Y para los niños es muy seguro porque se pueden meter en el agua sin ningún problema, ya que no cubre, no hay corrientes, remolinos ni ningún tipo de peligro. Eso sí, os recomiendo llevar chanclas porque el suelo está resbaladizo y algunas piedras pequeñas son bastante molestas.


            El horario es de 12.00 a 20.00 y la entrada es gratuita. Si no habéis estado os animo a visitarlo, aprovechando estos días de solecito, ¡Por fin llegó el verano!

2 comentarios:

  1. Mira que yo.soy.de costa eh! Pero.apetece bajar hasta allí,.apuntado queda porque.nunca se sabe... Muchas gracias. marta Roa.

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    1. Merece la pena, la verdad. El agua está helada, pero el sitio es fenomenal para los niños, mucha tranquilidad, jardín para jugar y la posibilidad de entrar en el río con colchonetas. Es una bonita forma de pasar el día de manera diferente

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