¿Qué
mejor para pasar una tarde de lluvia que con pintura de dedos? A los niños les
encanta y se pueden hacer mil actividades con ella. Mi primera recomendación es
que pongáis en la mesa un amplio mantel de plástico y a los niños un babi. En
Carrefour los tenéis de plástico, perfectos para esta actividad, aunque son
enormes, como para 4 años. Yo, con el pequeño, utilicé un babero de plástico.
Son más fáciles de limpiar, aunque, por supuesto, también valen los de tela. Un
paquetito de toallitas húmedas bien a mano es la mar de práctico. Y, por
supuesto, a los más pequeños no hay que quitarles el ojo de encima. Lo ideal es
sentarse con ellos porque, reconozcámoslo, los niños quieren jugar con sus
padres, les encanta compartir eso por encima de todo.
Así
que ya sabéis, un botecito de pintura y un folio delante de cada niño y de cada
papá presente. Si son muy renacuajos y, sobre todo, si es la primera vez que lo
hacen os aconsejo que en lugar del bote les pongáis la tapa. Siempre queda un
poquito de pintura, lo suficiente para jugar con ella; si se os acaba podéis
coger una cucharita de plástico y añadir un poco más. Aquí tenéis un ejemplo de
lo bien que se lo pueden pasar con sólo año y medio. Y os aseguro que no era la
primera vez. Estando con ellos para asegurarse de que no se metan la mano,
llena de pintura, en la boca, no hay ningún problema. Recordad que las “edades
mínimas recomendadas” son, sobre todo, para que no se hagan daño ni se traguen
piezas pequeñas. Si compartís con ellos estos “juegos de mayores” serán un
momento especial entre vosotros con los que les ayudaréis a desarrollar sus
habilidades al mismo tiempo que les haréis sentirse importantes.
Un
bonito recuerdo para el futuro es que dejen las huellas de sus manos sobre un
papel o cartulina que podéis enmarcar. Estarán encantados de pringarse tanto,
pero ¡cuidado! No les quitéis ojo, que la última vez que no preparé las
toallitas y tuve que ir a por ellas, Silvia estaba intentando dejar la huella
de los brazos y los codos. Creedme, las toallitas no fueron suficientes y casi
ni el lavabo, la verdad. Pero es una actividad que, con buen humor y un carro
de paciencia, puede resultar muy entrañable y divertida.
Dejarles
libertad para que improvisen y hagan puntos, rayas y vayan creando dibujos poco
a poco. Cuando vayan adquiriendo más destreza siempre podéis ofrecerles dibujos
sencillos, hechos por vosotros o sacados de Internet. Hay un montón de páginas
que ofrecen plantillas para imprimir y colorear, por ejemplo http://www.dibujos-para-colorear.es/pintar/dibujos-disney/
Cuanto más grande y básico sea el dibujo más posibilidades de que pinten dentro
de él y se sientan bien orgullosos de sí mismos por haberlo logrado.
Cuando
los dibujos estén listos en lugar de poneros nerviosos convertid la limpieza en
parte del juego. Veréis cómo colaboran encantados. Ofreced a cada niño una
toallita húmeda; por pequeños que sean la cogerán encantados y empezarán a
frotarse. No esperéis milagros, sobre todo si son menores de tres años; esto es
sólo una maniobra de distracción, para que os dé tiempo a quitar de su alcance
los botes de pintura o empezaréis a limpiarles la mano derecho y antes de que
os deis cuenta estarán pintando con la izquierda. Si sois rápidos, también
podréis limpiaros las manos (ohhhhhhhhh, sí, a estas alturas vosotros también
lo necesitaréis) lo suficiente como para poder cogerles y llevarles al lavabo a
terminar la limpieza.
Y una
idea genial para que se sequen los dibujos es tenderlos como si fuesen ropa
mojada. Creerán que os habéis vuelto locos y, por supuesto, les encantará. Los
más pequeños os pueden dar las pinzas y los mayores podrán practicar intentando
abrirlas. Jugar con las pinzas de la ropa es un ejercicio estupendo para
desarrollar la habilidad motriz fina; como veis, no es necesario comprar un
millón de juguetes porque tenemos en casa casi todo lo necesario.
Si los
habéis implicado en la preparación, colocando el mantel de plástico, llevando
las pinturas, los folios y las toallitas… junto con el juego y la limpieza se
habrá pasado el chaparrón y podréis salir con las botas de agua a saltar en un
charco de barro antes de meterlos en la bañera, al estilo Peppa Pig, uno de nuestros
dibujos favoritos.
Totalmente de acuerdo contigo...
ResponderEliminarSobretodo ahora con el tiempo que hace..y el frío..
Las pinturas de dedos y las acuarelas pueden hacer que las tardes sean diferentes
Hay que reconocer que los niños no piden mucho más. Y ahora que en las guarderías y los colegios nos toca llevar un detallito para el cumple del peque es una solución fantástica.
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